
Todo empezó con una idea simple: representar de dónde venimos.
Nacimos en los Estados Unidos, pero nunca olvidamos nuestras raíces.
Barrio Hat Drop nació de la necesidad de ver nuestra cultura reflejada con orgullo. No vimos gorras que contaran nuestras historias, que representaran nuestro estado, nuestras calles, nuestra forma de hablar. Así que las hicimos.
Cada gorra es una carta de amor al lugar que nos hizo quienes somos.
No vendemos moda. Vendemos historia.
Barrio Hat Drop representa algo más que estilo.
Representa la lucha de nuestros padres. El orgullo de nuestra gente. La esencia de cada estado mexicano — desde los gallos en Michoacán hasta los volcanes en Nayarit.




Somos para los que crecieron entre dos mundos.
Cada persona que se pone una gorra de Barrio Hat Drop lleva consigo su historia.
Esto es para los que crecieron entre dos culturas. Para los que ponen el nombre de su estado en alto. Para los que entienden lo que significa decir “soy de Durango,” “soy de Jalisco,” “soy del barrio.”